martes, 29 de noviembre de 2011

Pregúntale a tu padre

Me pregunto qué harán ahora, por dónde empezarán a cambiar las cosas solo por el simple placer de hacerlo. Qué nombramientos, qué leyes nos dejarán boquiabiertos aun curados de espantos como estamos. El nuevo gobierno no suelta prenda y cuando algo dice pone los pelos de punta.

Ahora, tras la presentación de las conclusiones del comité de expertos que debían de decidir sobre el futuro del Valle de los Caídos, el gobierno en funciones anuncia que se exhumará a Franco si lo aprueba la Iglesia Católica. Eso es como cuando tu madre, para no quedar mal contigo cuando le preguntabas si podías llegar una noche más tarde, te decía, “Pregúntale a tu padre”. Así, si a él le parecía bien, ella no era la única responsable de lo que pudiera pasarte, y si no, el malo era él, ella no había dicho que no.

Qué pasará con ese valle de la ignominia y la vergüenza no lo sabemos pero pocas esperanzas tengo de la que a la Iglesia le parezca estupendo exhumar los restos del dictador y así convertir el espacio en una lugar de meditación para las muchísimas familias de los asesinados por Franco. No creo que me gustara meditar allí donde mi familiar fuera asesinado aunque quizá aún deambulen los espíritus cabreados de ser enterrados en un lugar tan injusto y bellaco y podamos verlos reclamando un lugar más digno donde reposar.

Si este tema traerá cola -ojalá no y todo se resuelva rápidamente y de forma justa- imaginad el resto, la cantidad de carpetas, de episodios no cerrados por el anterior gobierno o bien cerrados que serán de nuevo abiertos porque sí, porque como los niños en competición habrán de dar su brazo a torcer a pesar del consenso o cambiarán por cambiar, por dejar una huella que no atufe a sociata.

En fin, si algo he aprendido en estos años de gobiernos tan parecidos en el fondo, a lo mejor no en la forma, es que no he de alterarme por algo que ha de suceder quiera o no, y aunque me manden a preguntar a mi padre si puede ser lo que quiero o pido sé que acabarán no haciéndolo y que se escaquearán si remedio, sin respuestas o, peor aún, sin soluciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario