lunes, 30 de abril de 2012
El cajón vacío
sábado, 28 de abril de 2012
LLuvia
La lluvia en primavera me anima y me sirve de aviso a algo mejor, el verano caluroso lleno de verde alrededor gracias a esa lluvia que tenía que ser y estar.
La lluvia en un verano inglés es Notting Hill y los paseos por los mercadillos con un ligero chubasquero. La del verano en Ámsterdam, mucho más fuerte, dejaba, después de caer, el olor del río en el ambiente fresco.
Solo la lluvia del final del verano me entristece más si cabe que la del otoño o el invierno porque de nuevo anuncia algo futuro menos afable, el otoño con los días más cortos y una inevitable nostalgia en el interior de uno.
¿Qué hay mejor que salir a la calle un día de lluvia y regresar a casa, que te espera seca y calentita para que descanses?
jueves, 26 de abril de 2012
En otro tiempo, hace ahora...
Hay tantas cosas que nos endulzan los días... Me gustan esas que son solo una mirada o un roce que permiten que nos transformemos de oruga a mariposa. La primavera trae dulzuras, lo sé, lo presiento. A pesar de las revueltas sociales y de lo que tiene aún que venir por parte del gobierno que nos indigne todavía más, y de lo que me voy a agotar recorriendo las calles llenas de protestas, intuyo que me esperan cosas buenas, malas ya han sido demasiadas, aunque siempre puede ser peor. Es tan fácil que sea peor y tan sencillo también que sea mejor. Tan aleatorio, en definitiva, sea lo que sea. La alegría o la desgracia, las buenas noticias o las malas, al acecho quién sabe dónde dispuestas a saltar sobre nosotros cada cierto tiempo, para romper nuestra rutina querida de la que echamos pestes también cíclicamente.
Tenemos deseo de cambio y añoranza del pasado, cuando las cosas estaban de un modo concreto. Del futuro solemos temer lo malo que pueda traer pero al mismo tiempo lo esperamos con gusto porque eso significa que avanzamos. A veces me gustaría parar el tiempo y quedarme en un momento concreto, que no sería este, claro. Me gustaría poder elegir ahora unas vacaciones en alguno de los tiempos que tuve: un verano en Caños, un aniversario en Berlín, una casi madrugada esperando a un avión que me traía la vida. Hay muchos lugares en los que reposaría estos días que fueron más amados y afables que los actuales, que me tuercen el gesto y me cambian el ánimo y me amargan por dentro tontamente.
No voy a dejarme.
martes, 24 de abril de 2012
Calidad versus bazofia
Los premiados ya no son los mejores. Hubo un tiempo en el que quizá fuera así, estoy segura de que lo hubo, solo hay que echar la vista atrás.
Ahora los premiados son mediáticos y los pocos que se vanaglorian de valorar la calidad y el esfuerzo verdaderos sin que influya lo económico que resultes o lo famoso que seas, acaban no pudiendo vivir del oficio de editar, de publicar aquello que consideran merecedor de ser leído.
lunes, 23 de abril de 2012
Lee
¿Qué se puede escribir en este día que no sea un tópico?
domingo, 22 de abril de 2012
Un erótico espíritu maligno
La lectura de Drácula me pilló ya madura, no fue una de esas lecturas de juventud que te marcan de por vida, cuando aún no conoces demasiado sobre la literatura y los grandes.
sábado, 21 de abril de 2012
Se me había olvidado
En el andén cabeceo aunque intento leer las noticias de última hora, a ver qué ha sucedido en mi ausencia de la preocupación, aunque los temas tratados con los amigos con los que he estado han girado en torno a la frustración y a las esperanzas en un futuro quizá en otro lugar lejos de este país. Ya son muchos los que se han ido, el grupo va menguando, y por lo que intuyo y me cuentan, habrá más.
El motivo de reunión de ayer era el cumpleaños de un amigo extranjero que vino aquí buscando algo mejor y sin duda lo encontró y la visita de un amigo español que decidió irse a la búsqueda de su sueño y que parece que lo ha encontrado. En resumen, se juntaron los sueños anoche y también, cómo no, las asperezas, las quejas, el dolor, la angustia que hiere y deprime cuando no puedes llegar a fin de mes, que les sucede a muchos de los que me rodean. Entre cerveza y tortilla de patata, tarta de frutas y risas, despedidas, besos, mucho sueño, cariño a raudales.Un despertar agridulce por los que se quedan aquí a disgusto, por los que se van de nuevo a tierras extranjeras. Mucho amor dentro esta mañana.
miércoles, 18 de abril de 2012
A la caza
Los católicos, y en general los cristianos, tienen mucha suerte con lo del perdón. Pueden hacer las mayores aberraciones, en nombre, incluso, de su Dios, y pedir disculpas instantes después de lo ocurrido, siglos después también, por las muertes ocasionadas. Algunos, que los hay, no piden disculpas nunca porque matar infieles no es pecado en sus extrañas, exóticas y deshumanizadas religiones.
Ahora, el monarca beodo de estos lares que se cae al suelo no por torpeza, que también, sino más por lo que, se rumorea, es un problema de control de las sustancias consumidas en las juergas varias a las que se entrega con devoción a pesar de sus años, pide perdón y se disculpa patéticamente diciendo que no volverá a pasar, como si fuéramos familiares cercanos o cristianos fervientes, niños pequeños que con solo decir lo siento son automáticamente perdonados. ¿Y qué no volverá a ocurrir, correrse juergas, matar elefantes, emborracharse y caerse? ¿¿¿¿????
No me creo las disculpas de los poderosos ni de los monarcas, mucho menos de estos. El que ha llegado a disculparse no es un abuelillo cercano ni un ser querido al que tenga algo que perdonar. Estamos hablando de la ley, el decoro, la moral, la ética, la justicia. Absurdas disculpas no sirven más que para avergonzarnos más aún y evidenciar la decadencia de la monarquía que ya debería haber muerto, como la costumbre de matar elefantes.