jueves, 8 de marzo de 2012

Libre

¡Cuidado, atención! Si estás embarazada en España alguien puede convencerte de que abortes. En cada esquina, la estructura social acecha. Alguien puede salir de un rincón y decirte “¡Aborta, aborta!”.

No es un chiste, no es una leyenda urbana, es lo que dice el “centrista” –¿a quién engañó en su momento?, a mí nunca– Ruiz Gallardón, actual Ministro de Justicia. La sociedad española está planteada de tal modo que presiona a la mujer para abortar, dice. La cuestión –la primera– que me viene a la mente es si con la actual reforma laboral no llevamos a las mujeres un poco más a la decisión de abortar. Según el criterio retorcido de este ministro, así sería, ¿no? ¿Pero cómo es posible que tire piedras sobre su propio tejado si son ellos los que han aprobado unas leyes laborales que nos desprotegen y denigran como personas, mujeres y ciudadanos, ante todo como ciudadanos?

Afortunadamente, nuestra decisión como mujeres de interrumpir libremente nuestro embarazo o de decidir tener un hijo no va a depender de que esté mal o bien visto estar embarazada. Quizá influirá en nuestra decisión de futuro, de si querremos montar una familia o no, pero no cambiaremos de repente de opinión, como seres inconscientes.

Las mujeres, los seres humanos en general, ante una decisión así, y siempre que lo hayan pensado de antemano no van a decidir de pronto echarse atrás y abortar. Si una mujer aborta es porque necesariamente ha de hacerlo, no por gusto o capricho, no porque la estructura social la obligue a nada o esté mal visto tener un hijo. Cuando decides hacer algo como ser humano independiente y libre en un país democrático que protege tus derechos no tienes esos pensamientos retorcidos y sucios que solo la derecha es capaz de concebir en su ignorancia y constreñimiento, su lenguaraz distorsión de la realidad humana, femenina, personal.

Feliz Día de la Mujer Trabajadora y algo más libre a ver hasta cuándo.

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