sábado, 13 de octubre de 2012

Héroes deprimidos

Miro los estrenos de cartelera y encuentro un par de películas que me apetece ver, pero cuál es mi sorpresa cuando confirmo que no se encuentran en versión original en ningún cine de Madrid. Descarto, pues, la opción cine como actividad cultural del fin de semana y me decanto por una exposición gratuita en el Centro Cultural Conde Duque, la muestra del trabajo de Tim Burton en su última película, Frankenweenie. Intenté ir hace un par de semanas con mi hermana y mi sobrina y fue imposible. Pero de nuevo, sorpresa, la han trasladado a ¡¡¡El Corte Inglés!!!

De repente me entra un mareo, pierdo un poco el equilibrio porque he visto el futuro sin versión original, sin museos ni espacios puramente culturales, con exposiciones en centros comerciales y las becas Erasmus agotadas, por lo que nuestros jóvenes se unirán a esa corriente españolista que le gustaba tanto al dictador y ha continuado en el presente.

Veo los actos del desfile del 12 de octubre y alguna bandera de España con toro incluido en el balcón de los vecinos de enfrente. Parece que hubiéramos llegado al futuro desolador que imaginé hace un momento en el que miramos mal al que no habla español, al que no le gustan los toros ni la fiesta nacional y que no comparte un verano a pleno sol en el Levante. Viajaremos menos porque aquí lo tenemos todo y el intercambio cultural, tan rico y positivo para un joven que se está formando, desaparecerá porque un gobierno indecente, ignorante a más no poder, decide recortar, de nuevo, en los presupuestos para educación.

Este curso, para empezar, en las aulas españolas, muchos alumnos tendrán que renunciar a los libros y supongo que tirarán de fotocopias o de ayudas de familiares y amigos para poder estudiar. Al final los que lo pagan son los benditos profesores que cada vez son más héroes que trabajadores. Cada día ven menguar los recursos, distorsionarse el sistema educativo y ya no tienen fuerzas. Sé que las bajas por depresión son muy frecuentes entre profesores de la escuela pública, y no me extrañaría que aumentaran, aunque quizá lo que provoque la escandalosa actitud de este gobierno ante la educación sea un refuerzo de recursos por parte de los profesores, de imaginación y creatividad para sacar adelante el curso escolar y ayudar a los miles de afectados por la política de austeridad cultural de este gobierno.

Leo en los periódicos esta mañana que no hubo abucheos al presidente del gobierno ayer en el desfile del 12 de octubre, a diferencia de otros años con presidentes socialistas. Me río por no llorar. Quién va a abuchear, si los que allí estaban son los conservadores de antaño que celebran un día de conquistas y masacre en la violación de América hace siglos por héroes de pacotilla. Son los que Rajoy denominó la mayoría silenciosa desde nueva York, los que aún creen en el Imperio que fue un día España y que solo aparece mencionado en los libros de historia y algunos se atreven a celebrar, los que odian a Cataluña y al País Vasco por hablar otras lenguas. No son silenciosos, son agresivos e ignorantes, estúpidos porque no ven que los están engañando como a los que sí se hacen oír frente al Congreso y en las calles de todo el país. Ellos tampoco se salvan y no saben que cuanto más tonto es un pueblo más fácil es de manipular. Es de libro, de manual.

1 comentario:

  1. Hace no mucho que Forges definió muy bien a estos que se asoman al balcón de los desfiles militares, que desfilan por las calles con bandera y aguilucho o toro, lo mismo me da; que salen a las calles para reclamar su españolismo en plena Plaza de Cataluña, que se manifiestan por el derecho a la vida para prohibir lo que de facto pertenece por derecho propio a las mujeres, el derecho a decidir, como al resto de ciudadanos y habitantes de este bendito país; que prefieren apoyar a la extremista AVT por extrema antes que buscar la moderación rehuyendo el penismo y el victimismo tan imperante en España; que ven piedras y barricadas donde solo hay voluntad de un mundo mejor y más justo. Forges los llamaba, de profesión: fascistas; y de estado civil: crecidos. Tampoco era tan difícil, con solo ver la trayectoria familiar de los gobernantes se hubiera comprendido: Sainz de Santamaría, militar condenado por homicidio (GAL, GRAPO, etc...), indultado por socialistas, jefe de la Guardia Civil durante Franco y durante Felipe Gonzalez... este señor es el padre de la actual vicepresidenta. ¿Qué se podía esperar?
    Seguro alguien dirá que no son culpables los hijos de lo que han hecho los padres, cierto, salvo cuando te aprovechas, no condenas y no repruebas. Entonces eres tan fascista como quién aprieta el gatillo. Estos nos gobiernan.

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