sábado, 5 de enero de 2013

Como si no estuvierais

Escribía y publicaban, esa era su rutina. Un buen día se preguntaron para quién lo hacían y no hubo respuesta. Empezaron entonces la búsqueda. La de todos aquellos que cada vez que salía un nuevo texto se interesaban en él y esperaban el siguiente. Los encontraron y entonces se sintieron ciertamente presionados. Empezaron a escribir únicamente para aquellos lectores y entonces se bloquearon porque se juzgaban y se criticaban con los ojos de los lectores recién descubiertos, lo que les quitó la espontaneidad y los convirtió en sirvientes del sistema.

Si algo agradezco en este espacio que he creado es mi libertad y la consciencia de que diferentes generaciones y tipos de persona disfrutan leyendo lo que escribo. Doy las gracias a todos los que me leen, los que me apoyan y los que creen en mí, especialmente a mi madre, que como buena lectora es mi más ferviente admiradora. Sin los que me leéis, esto sería un diario íntimo y personal sobre mi vida, mis pensamientos, mis emociones ante lo que me rodea y sobre el mundo en el que vivo. Eso quiero que siga siendo de cara a mí misma, porque si pienso demasiado en vosotros, los que estáis ahí, dejaré de escribir, me invadirá el pudor y querré agradaros uno a uno con comentarios que aludan a cada personalidad y preferencia. Gracias por estar ahí, pero para mí, como si no estuvierais.

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